Friday, June 25, 2010


El sabor de las comidas...
Dicen que el sabor de lo que comemos es proporcional al hambre que tenemos y también dicen que de la vista nace el sabor y que aquello que se ve estético y armonioso, sabrá delicioso...mmmm, yo creo que la teoría del hambre y de lo estético son simples conjeturas ya que ambas tienen sus asegunes, al menos en mi caso, hay alimentos que nunca me atrevería a comer por mucha hambre que tuviera y he probado platillos que lucen tan perfectos y hermosos, que uno piensa que sentirá un orgasmo (en el buen sentido de la palabra) al probarlos, pero oohhh sorpresa, resultaron ser más desabridos que una comida de hospital…
En fin, yo tengo la teoría que de la edad y el estado anímico también influyen en la apreciación del sabor, porque si nos preguntaran, cuántos de nosotros hemos dicho alguna vez: - esto ya no sabe como antes!?, seguramente todos levantaríamos la mano... ok, yo si!!!.
Para tratar de ilustrar lo antes dicho, hablemos de las golosinas… como ejemplo bastaria con remontarme unos pocos años atrás (jejeje, ttsshhhttt, ok tranquilos, unos tantitos más!!!), en donde me veo comiéndome un gansito marinela (si algún lector no los conoce, favor de ver la fotografía adjunta)... estos pastelillos eran mis favoritos y escribo en pasado el verbo "ser" porque ahora ya no me saben como antes…. pero de niña, tenía todo un ritual para “devorarlos”, iniciaba con sacarlo del empaque lentamente para que no se desperdiciara ni una sola migaja, ni de pan ni de chocolate… lo ponia en la palma de mi mano (siii, sin lavarme las manos) y me imaginaba que era un gran trozo de "hielo" negro que al momento de romperle la superficie con mi dedo índice, dejaba escapar lava de mermelada de fresa y nieve de crema batida (buuueeeno que quieereeen era una niña y eso era lo que me imaginabaaaaa!!), poco a poco con mi dedo (siii con el mismo dedo con el que rompí el "hielo") limpiaba toda esa lava y nieve y el hielo se transformaba en una enorme alberca de pan revestida con chocolate, que a escondidas de mi abuela, volvía a rellenar con mermelada de fresa Mc. Comirck, cajeta coronado o crema de cacahuate aladino para disfrutarla a mordidas…. uuuuffffff, tocaba el cielo del sabor!!!.. ahora bien, cuando dije que lo estético no tiene nada que ver con el sabor, solo basta con mencionarles aquel día de mi vida, cuando cursaba el 4° año de primaria, en el que mi maestra gozaba ensañándose conmigo y en lugar de dejarme salir al recreo, me dejaba en el salón haciendo planas y planas de “no debo platicar mientras la maestra enseña”… mi abuela acostumbrada al maltrato de mi maestra, siempre se quedaba después de que sonaba la campana, porque sabía que yo saldría a recoger los papeles que los niños bien portados habían tirado… pero ese día fue la excepción y mi abuela no estuvo en la reja con el sandwich acostumbrado :-(... recuerdo que mi corazón y estomago se arrugaron como pasitas y termine la faena con un par de lagrimas en mis ojos, las cuales me limpie y regrese al salón para terminar el día (orgullosa desde pequeña)… al salir de clases, llegue a mi casa y mas sentida que un venado, le reclamé a mi abuela su abandono, pero ella, con la paciencia que la distinguia, me dijo que no había ido porque me había echado un gansito en la mochila.... un gansito!!!!!!... claro, como lo iba a ver con los casi diez libros y cuadernos que nos hacían llevar todos los días!!!!…sin pedirle perdón a mi abuelita, corrí a mi habitación a buscar mi apreciado tesoro y con ojos de Gollum esculque la mochila sin exito, así que no quedó de otra que vaciar la mochila en mi cama… y siiiiii, ahí estabaaaa!!!....my preciouuusssss gansitoooo!!!... claro que solo supe que era un gansito porque el empaque así lo manifestaba, ya que gracias al calor y a la presión que libros ejercieron sobre el, este se había transformado en una gran plasta negra de chocolate con pan, mermelada y crema... pero que importaba la presentación... igual era un gansito!!!... asi que sin pensarlo, con mis manos estruje el empaque para terminar de mezclar perfectamente los ingredientes y rompiendo una de las esquinas del empaque, me dispuse a disfrutar mi gansito como si fuera una pulpa chamoy…. Así fue como descubrí que el sabor no se destruye, simplemente se transforma y que el orden de los sabores no altera el producto… el gansito, entero o desmoronado era igualmente delicioso!!!
Tristemente hace un par de días atrás, intentando recordar viejos tiempos, me anime a comprar un gansito y aunque practique el mismo ritual (el de imaginarme que era un hielo negro), su sabor no fue el mismo!!... quizás ya no tengo la imaginación que tenía de pequeña... o quizas como antes poco importaba su valor nutritivo, no se conocía el término de comida chatarra y la obesidad era la diferencia entre ser rico o pobre, me lo comía sin temor...o quizas el Osito Bimbo era mas joven y hacía al gansito con toda la enjundia que le daban sus regordetes brazos... no se cual pudiera ser la razón... pero de que me supo diferente... ohhh siiii!!... lo mas seguro es que ahora, gracias a tantas campañas contra la obesidad infantil, a la promoción de lo “Light” y lo “chatarra” han tratado de disfrazar al gansito de s"ano" agregándole vitaminas y minerales, pero lo único que han hecho es destruir su sabor y consistencia...
Honestamente quiero pensar que aunque ahora el gansito de la envoltura venga disfrazado de skater, este pastelito sigue siendo el mismo, quiero pensar que si le pregunto a un niño cual es su experiencia con este pastelito, su respuesta sea idéntica a la mía cuando yo tenía su edad, pero lo dudo... en fin, ejemplos como el del gansito puedo darles muchos: el de los mazapanes azteca forrados de duvalin que me comía mientras veía caricaturas o los cacahuates ahogados en limón con salsa valentina que acompaña con un barrilito de ponche en lo alto de la resbaladilla del parque que estaba por la casa… ya hice la prueba de volver a disfrutarlos y su sabor ya NO es el mismo!!!
Recueeeeerdaaaameeeee, nos decía el gansito del comercial… pero creo a quien se lo debería decir es a su creador, el Osito Bimbo… quien quizás porque ya está en la lista de los más ricos y es dueño de casi todo lo que huela a pan (wonder, tia rosa, suandy, el globo, etc) ha descuidado su sabor…o ustedes que opinan?... los invito a que se animen a hacer la prueba de probar algo que de niños los hacía tocar el cielo (golosinas, no se vayan por otro lado), pero mientras lo piensan, sean felices que yo tambien los quiero mucho.