Jueves de café.!!..El jueves de la semana pasada fui a tomar café con un grupo de buenas amigas y me sorprendió que a pesar de no ser fin de semana, el sitio estuviera tan lleno que tuvieron que adaptarnos unas mesas en un reducido espacio cerca de la vitrina de pasteles :-)...
Por ser las primeras, pudimos escoger donde sentarnos (yo escogí frente al televisor porque estaba un programa de insectos en el discovery channel) y una vez acomodadas cada quien en su trinchera, recibimos de manos de la mesera, el menú para seleccionar el tipo de café y contenido del panini que disfrutaríamos mientras ejercitábamos ese músculo llamado lengua (de alguna manera teníamos que recuperar tanta caloría, no lo creen?). Poco a poco fueron llegando las amigas impuntuales, a quienes a la acostumbrada pregunta:- ya tienen mucho que llegaron?, les respondimos un: -nooo, si recién llegamos (para no hacerlas sentir mal)… pero al: -ya ordenaron?, responderles a coro: - siii, desde hace un buen rato (para decirles de manera indirecta: impuntuales!!) y así, entre sorbo de café y mordida de panini, la conversación se convirtió de improvisada a interesante, en raras ocasiones el grupo se subdividía en dos o tres células y de un tema a conversar, pasábamos a dos o tres… precisamente en una de esas conversaciones divididas, donde unas hablaban de cirugías estéticas y otras (las impuntuales) analizaban el menú para saber que tipo de café ordenar, mi amiga Norka me comentó: -Silvia, ya te fijaste que el café esta lleno de mujeres!...
Como me especializo en despistología, puse mi acostumbrada cara de What, pero tratando de despistar mi despistés, rápidamente, gire mi vista a los cuatro puntos cardinales para percatarme de lo comentado por Norka y efectivamente me di cuenta que las del sexo débil predominábamos en ese momento (jiip, jiip, uuurrrraaaaa!!) y que los varones que ahí se encontraban, facilmente se podía contar con una mano. –Es verdad, le respondí a Norka y me sonreí maliciosamente al descubrir como estos, sabiendo que eran minoría (quizás alertados por el sonido como de zumbido de abejas que generábamos todas las mujeres al hablar al mismo tiempo), se bebían su tasa de café intentando no llamar la atención, casi daban la impresión de que se escondían entre las paginas del periódico (que simulaban leer con gran atención) quizás esperando pasar desapercibidos (pero no contaban con la astucia de mi amiga Norka!!)…
Comentando un poco sobre el tema (de que los hombres eran minoría), llegamos a la conclusión de que definitivamente en esta Isla, los jueves de café, son para las mujeres lo que para los hombres (cualquier día de la semana) son las cantinas… un lugar para olvidarse de los problemas y relajarse platicando hasta la afonía….yo no se de que fregaos hablen los hombres en las cantinas o cuando están reunidos, pero muy seguramente las mujeres hablamos de lo mismo: de ellos, de cirugías estéticas, del desamor, los hijos, la familia, los amigos ausentes, etc..
Esa noche, nosotros hablamos hasta de los piojos de la infancia y los métodos inquisitivos que nuestras madres utilizaban para aniquilarlos (impregnar nuestras cabezas con FLIT, DDT, OKO, Alcohol), fue divertido recordar cuando a mis primas y a mi nos metían a la casa cuando la fumigaban, se que suena fuerte, pero estoy segura de que nuestras madres lo hacían con la mejor intención, digo, las pobrecitas que iban a saber de los efectos y la toxicidad de estos insecticidas, si a ellas, lo único que les preocupaba era acabar con los canijos bichos y que sus hijos no fueran a ser tachados de piojosos... yo tuve piojos, pero no tantos como me hubiera gustado tener, ya que a mi me gusta mucho que me hagan “piojito” y pues de esa manera hubiera recibido muchas mas dosis de este cariñito, pero los mondrigos no se daban conmigo (aunque me dormía con mi prima la pitangas, que era re' buena pa' criarlos), quizás mi sangre no era de la calidad que ellos bebían, ya que en ese entonces, recuerdo que yo estaba mas flaca que una anoréxica en etapa terminal… volviendo al café, creo que este tema fue el que mas tiempo nos ocupó, y aunque mi comadre Isa, juró y perjuró que ella nunca tuvo piojos, casi todas las presentes terminaron confesando que si padecieron de este mal. En fin hablamos de muchas cosas, al menos yo comente cosas que no había comentado en ninguna reunión, y no porque no quisiera, sino porque las condiciones nunca se habían dado como esa noche… la verdad pasamos unas horas muy agradables hasta que el café se fué quedando vacio y ya solo nosotras y unas cuantas quedabamos en el lugar... faltaron mas amigas (Mil, Thelma, Lolita, etc.) que seguramente hubieran hecho mucho más ameno el momento con sus aportaciones, pero lamentablemente no se les aviso porque como mujeres empresariales que son, su tiempo es muy costoso y para poder contar con su presencia se necesita avisarles con días de anticipación (es broma, la verdad no hubo tiempo de avisarles)... pero espero que para la proxima, todas puedan estar presentes!!.
Termino este post, aportando algunas conclusiones derivadas de dicha reunión:
1.- Ser de las primaras en llegar a una reunión tiene el privilegio de escoger donde sentarse y generalmente esa silla es donde (según algunas entrevistas realizadas a un par de amigas) se pueda tener una mejor visión del lugar, de esa manera te enterarás de quien llega y quien sale y con quien, es decir, desde donde el viboreo sabe sabroso.
2.- En la medida que el resto de las invocadas va aterrizando en el lugar de reunión, la acostumbrada pregunta: hace mucho que acaban de llegar?, -se repite una y otra vez… y aunque las pioneras ya hasta telarañas tienen y el nivel de cafeína esta a punto de hacer estragos en sus nervios, la respuesta siempre será (para no hacer sentir mal a las impuntuales):- nooooo, hace un par de chismes solamente!!!.
3.- Cuando el grupo es grande o el ruido en el lugar es de tantos decibeles que resulta imposible escuchar a la amiga que tenemos al otro extremo, se corre el riesgo de que el grupo se subdividía en dos o tres células y que el tema de conversación, sea proporcional al numero de las mismas (células).
4.-Las mujeres tenemos un gen que nos ayuda a colarnos en una conversación sin necesidad de haber estado presente desde el inicio de la misma, es como si este gen nos actualizará y nos diera la facilidad para comentar e incluso opinar del tema en cuestión...
Como me especializo en despistología, puse mi acostumbrada cara de What, pero tratando de despistar mi despistés, rápidamente, gire mi vista a los cuatro puntos cardinales para percatarme de lo comentado por Norka y efectivamente me di cuenta que las del sexo débil predominábamos en ese momento (jiip, jiip, uuurrrraaaaa!!) y que los varones que ahí se encontraban, facilmente se podía contar con una mano. –Es verdad, le respondí a Norka y me sonreí maliciosamente al descubrir como estos, sabiendo que eran minoría (quizás alertados por el sonido como de zumbido de abejas que generábamos todas las mujeres al hablar al mismo tiempo), se bebían su tasa de café intentando no llamar la atención, casi daban la impresión de que se escondían entre las paginas del periódico (que simulaban leer con gran atención) quizás esperando pasar desapercibidos (pero no contaban con la astucia de mi amiga Norka!!)…
Comentando un poco sobre el tema (de que los hombres eran minoría), llegamos a la conclusión de que definitivamente en esta Isla, los jueves de café, son para las mujeres lo que para los hombres (cualquier día de la semana) son las cantinas… un lugar para olvidarse de los problemas y relajarse platicando hasta la afonía….yo no se de que fregaos hablen los hombres en las cantinas o cuando están reunidos, pero muy seguramente las mujeres hablamos de lo mismo: de ellos, de cirugías estéticas, del desamor, los hijos, la familia, los amigos ausentes, etc..
Esa noche, nosotros hablamos hasta de los piojos de la infancia y los métodos inquisitivos que nuestras madres utilizaban para aniquilarlos (impregnar nuestras cabezas con FLIT, DDT, OKO, Alcohol), fue divertido recordar cuando a mis primas y a mi nos metían a la casa cuando la fumigaban, se que suena fuerte, pero estoy segura de que nuestras madres lo hacían con la mejor intención, digo, las pobrecitas que iban a saber de los efectos y la toxicidad de estos insecticidas, si a ellas, lo único que les preocupaba era acabar con los canijos bichos y que sus hijos no fueran a ser tachados de piojosos... yo tuve piojos, pero no tantos como me hubiera gustado tener, ya que a mi me gusta mucho que me hagan “piojito” y pues de esa manera hubiera recibido muchas mas dosis de este cariñito, pero los mondrigos no se daban conmigo (aunque me dormía con mi prima la pitangas, que era re' buena pa' criarlos), quizás mi sangre no era de la calidad que ellos bebían, ya que en ese entonces, recuerdo que yo estaba mas flaca que una anoréxica en etapa terminal… volviendo al café, creo que este tema fue el que mas tiempo nos ocupó, y aunque mi comadre Isa, juró y perjuró que ella nunca tuvo piojos, casi todas las presentes terminaron confesando que si padecieron de este mal. En fin hablamos de muchas cosas, al menos yo comente cosas que no había comentado en ninguna reunión, y no porque no quisiera, sino porque las condiciones nunca se habían dado como esa noche… la verdad pasamos unas horas muy agradables hasta que el café se fué quedando vacio y ya solo nosotras y unas cuantas quedabamos en el lugar... faltaron mas amigas (Mil, Thelma, Lolita, etc.) que seguramente hubieran hecho mucho más ameno el momento con sus aportaciones, pero lamentablemente no se les aviso porque como mujeres empresariales que son, su tiempo es muy costoso y para poder contar con su presencia se necesita avisarles con días de anticipación (es broma, la verdad no hubo tiempo de avisarles)... pero espero que para la proxima, todas puedan estar presentes!!.
Termino este post, aportando algunas conclusiones derivadas de dicha reunión:
1.- Ser de las primaras en llegar a una reunión tiene el privilegio de escoger donde sentarse y generalmente esa silla es donde (según algunas entrevistas realizadas a un par de amigas) se pueda tener una mejor visión del lugar, de esa manera te enterarás de quien llega y quien sale y con quien, es decir, desde donde el viboreo sabe sabroso.
2.- En la medida que el resto de las invocadas va aterrizando en el lugar de reunión, la acostumbrada pregunta: hace mucho que acaban de llegar?, -se repite una y otra vez… y aunque las pioneras ya hasta telarañas tienen y el nivel de cafeína esta a punto de hacer estragos en sus nervios, la respuesta siempre será (para no hacer sentir mal a las impuntuales):- nooooo, hace un par de chismes solamente!!!.
3.- Cuando el grupo es grande o el ruido en el lugar es de tantos decibeles que resulta imposible escuchar a la amiga que tenemos al otro extremo, se corre el riesgo de que el grupo se subdividía en dos o tres células y que el tema de conversación, sea proporcional al numero de las mismas (células).
4.-Las mujeres tenemos un gen que nos ayuda a colarnos en una conversación sin necesidad de haber estado presente desde el inicio de la misma, es como si este gen nos actualizará y nos diera la facilidad para comentar e incluso opinar del tema en cuestión...
Se que se me escapan muchas otras conclusiones, pero hasta aquí llego yo, familia, amigos, sean felices que yo también los quiero mucho...
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