Tuesday, March 04, 2008

Finalmente nos cambiamos de oficinas….
Imagino que estarán pensando que si las excusas fueran dinero, yo sería millonaria (buuueno Ely lo diría de otra manera :-)) porque desde el post de cumples de mi comadre no había podido sentarme a escribir en este espacio, peeeeeerooooo (ahí viene la excusa), estuvimos cambiándonos de oficinas y si alguna vez ustedes se han cambiado de casa, comprenderán todo lo que esto implica, ahora bien quizás estarán pensando que cambiarse de oficinas no es tan complicado como cambiarse de casa, incluso yo pensé lo mismo al principio, pero después de vivir esta experiencia les puedo asegurar que es prácticamente lo mismo…
Es increíble lo tilichero que somos los humanos, ya que con el pretexto de ..”por si las dudas”, vamos almacenando cosas y documentos que con el paso del tiempo nos olvidamos que las tenemos y cuando volvemos a “encontrarlas” ya ni nos acordamos para que las habíamos guardado!!… en mi caso y con eso de que tengo resguardos hasta de la pluma con la que escribo, yo tenía guardados copias de sofwares que con la rapidez con la que evolucionan los programas computacionales, pudiera clasificarlos en la era de los trilobites (paleozoica), tenía empolvados discos de instalación de impresoras ya extintas y solo localizables en algún museo (o en la bodega de la empresa), regados en los cajones había accesorios de computo ya obsoletos, trozos de cables (mordidos por las ratas) y eliminadores y celulares tipo ladrillo, grapadoras y perforadoras inservibles, teléfonos sin bocinas (se las comieron las ratas en un apuro), calculadoras sin teclas, cámaras digitales que no alcanzan ni 1M de resolución y cuya batería ya no funciona ni se consigue en el mercado, etc… y en el etcétera incluyo todos los documentos y objetos personales que por las mas de 8 horas diarias que paso en la oficina, prácticamente esta se ha convertido en una extensión de mi casa…. Es muy cierto que las cosas de oficina que ya no son útiles, bien pude haberlas dado de baja en su momento, pero como mi tercer apellido es “desidiosa” pues no lo hice y no me quedo de otra que empacarlas en una caja (que en realidad terminaron siendo tres de tamaño oficio) y cargar otra vez con todo este lastre a mi nuevo cuichitril… prometo que me llevaré a casa lo que es personal y enviaré a Saltillo lo que ya no es útil para que lo den de baja de mis resguardos.
Las que muy seguramente se quedaron muy tristes fueron las pobres ratas que por más de siete años nos hicieron compañía en el antiguo edificio, ya que muy seguramente ellas saben que no volverán a tener otros “room mates” tan sucios y desordenados como nosotros, porque gracias a nuestra suciedad y desorden, todas sus generaciones siempre tuvieron papel en abundancia para roer cuando el alimento en los escritorios era escaso (muy rara vez), no dudo que algunas ratas extrañen los cientos de metros de cable que estaba a la vista y en donde se divertían recorriéndolos y afilando sus pequeños dientecitos, y ni que decir de las pobrecitas que se quedaron en la calle al perder sus casas tipo infonavit en las que habían convertido las cajas llenas de tiliches que teníamos apiladas en todos los rincones y pasillos del edificio… pero muy seguramente y en su desesperación algunas de ellas (las ratas), sabiendo que nos mudábamos se escondieron cual polizontes en las cajas mal empaquetadas o entre los huecos de las mamparas para seguirnos, quizás a algunas de ellas ni chanza de escoger les dimos ya mientras dormían placidamente, se agarraron las cajas (sus casas) tal cual estaban y se subieron al camión de la mudanza y ahora solo están esperando a que nos pase la euforia del cambio y volvamos a arrinconar las cajas “sin abrir” para hacer de este edificio su nueva residencia.
En fin, todavía no me acostumbro a mi nueva oficina ya que antes era completamente cerrada, podía conversar sin que me escucharan los demás y no me enteraba de quien entraba y salía de las otras oficinas, ahora todas las oficinas son tipo "pecera o jaulas de zoológico moderno"… yo me siento como un hermoso espécimen en cautiverio, pero lo prefiero porque el antiguo edificio era deprimente y lúgubre… el que de plano no se acostumbra al cambio es mi jefe, quien dice que se siente observado y vigilado, yo no entiendo porque si su oficina es la única que esta completamente aislada y con vidrios opacos… pero ahora que lo analizo quizás lo dice porque como su oficina esta al final del pasillo, ahora todos nos daremos cuenta a que horas entra y sale de su oficina… por ahora los dejo porque continuare con mi labor de emellecer mi pecera, pero sean felices que yo también los quiero mucho.

3 comments:

Anonymous said...

manel...:@)...dice:...Los cambios querida comadre siempre son buenos!...acabo de pasar por la misma odisea (cambio de oficinas) y todo pinta mejor...la pregunta, como siempre, es: y ora pa onde se cambiaron?...yo tmb la quero!!

Anonymous said...

Estoy de acuerdo con aste mi querida comadre, al menos esta selva donde ahora habito tiene mejor calidad ambiental y las bestias con las que comparto mi espacio y les tengo que ver la feis todos los dias desde el cristal de mi jaula (porque mi columpio queda frente al de ellos)me caen bien .. el aire que respiro es mas puro y lo mejor del cambio es que la nueva jungla me queda a solo a cinco cuadras de mi casita de sololoy... estamos frente al estacionamiento de pemex de la 33...

Anonymous said...

Amiguisss! esta bueno lo de la excusa porque ya quedamos con grandes atributos y ahora nos hace falta dinero para completar el bello cuadro jajaja