WKND IN CASCADAS DE VILLA LUZ, TAPIJULAPA; TABASCO
Mi amiga Urania (a la que de cariño le digo “la mana”… y ya entenderán porqué), fue quien me recomendó las cascadas de Villa Luz, me describía el sitio como formidable y muy hermoso, más o menos estas fueron sus palabras: - aaayyyy maaanaaa, no tengo palabras para describírtelo, fíjate mana, que ahí filmaron algunos comerciales y películas extraaanjeraas, y una escena de la novela esaaa que no recuerdo el nombre mana, las cascadas caen en unas albercas de piedra natural, muy hermosas mana,las cascadas son de agua de azufre mana, y no te digo más mana, pero créeme mana que cuando yo fui, ya no me quería regresar mana, y si por mi fuera me hubiera quedado allá mana- . Vamos, que yo nunca he dudado de la creatividad y del buen gusto que tuvo Dios para hacer el mundo… pero la tan entusiasta narrativa de la mana, hizo que mi gusanito aventurero se despertara y me carcomiera el deseo de salir corriendo a comprobarlo con mis propios ojos.
Lo comente con mis amigos, ya que al igual que yo, a ellos también les encanta andar de pata de perro y el olor a adrenalina, pero en esta ocasión (de mi familia de amigos), solo se animaron, la Toñe, Norka, Martha “La mami” y Cayito, quien a su vez invito a Armando y a sus primos.
La odisea del traslado, es algo digna de comentarla, pero la dejaremos para mejor ocasión, lo único que si quiero mencionar es que estaré eternamente agradecida con Cayo, quien siendo un fumador empedernido, en esta ocasión, se aguanto como los meros, meros y no fumó en todo el viaje, no se la razón por la que no fumo en todo el camino, de hecho yo no me di cuenta de ello, (ya saben que soy una distraida de pedigree) pero toñeta me lo comento y no quise pasar por alto este detalle, falta de cigarros, prueba para dejar de fumar, o lo que sea que orilló a Cayito a no fumar, porque si lo hubiera hecho, muy probable yo me hubiera wuacareado en su Durango, ya que me sentí muy mareada todo el camino...
Tapijulapa es un hermoso poblado que pertenece al estado de Tabasco, realmente es muy pintoresco y lleno de bellezas naturales. Al llegar, nos aparcamos en su placita principal (y única), donde unos niños se nos acercaron para ofrecer sus servicios de guiarnos hasta las cascadas de Villa Luz. Aunque “la mana” ya me había dicho que existían dos opciones (caminado y por lancha), nos dejamos llevar por los comentarios de nuestro guía Mario y escogimos la opción de cruzar por lancha. En el poblado nos cobraban 25 pesos para llevarnos en lancha, pero Mario (nuestro guía), nos dijo que nos llevaría a otro embarcadero donde nos cobrarían 10 pesos y como buenos norteños, no pudimos rechazar tal ganga!!.
Tardamos más tiempo en el “cuantos somos?”, multiplicar 11 por 10 para pagar, bajar los 45 escalones que conducían hasta la orilla del rió, tomarnos la foto del recuerdo y subirnos a la lancha, que lo que el lanchero tardo en cruzarnos el rió…
La emoción que llevábamos, se fue convirtiendo en preocupación porque aunque para la mayoría del grupo el recorrido no fue tan extremo y solo resultamos con el trasero adolorido y lleno de lodo… para Marbella (mama de Armando), una señora de 60 y pico de años y enfermita de la columna o de algo que no recuerdo… el recorrido, fue una soberana pesadilla, la pobre sufrio la gota obesa, aunque no se rajo y llego hasta arriba… Me recordó a mi Mitiu Carmela, quien a pesar de ser esclava de la silla de ruedas por culpa de su artritis, le gustaba andar en el arguende y cuando mis primas le preguntaban -quieres ir mama?, ella serenamente respondía... -pos si me llevan con toy y mi ferrari (silla de ruedas)!... ajuuuuaaaa, ella tampoco se rajaba nunca!!!
Lo comente con mis amigos, ya que al igual que yo, a ellos también les encanta andar de pata de perro y el olor a adrenalina, pero en esta ocasión (de mi familia de amigos), solo se animaron, la Toñe, Norka, Martha “La mami” y Cayito, quien a su vez invito a Armando y a sus primos.
La odisea del traslado, es algo digna de comentarla, pero la dejaremos para mejor ocasión, lo único que si quiero mencionar es que estaré eternamente agradecida con Cayo, quien siendo un fumador empedernido, en esta ocasión, se aguanto como los meros, meros y no fumó en todo el viaje, no se la razón por la que no fumo en todo el camino, de hecho yo no me di cuenta de ello, (ya saben que soy una distraida de pedigree) pero toñeta me lo comento y no quise pasar por alto este detalle, falta de cigarros, prueba para dejar de fumar, o lo que sea que orilló a Cayito a no fumar, porque si lo hubiera hecho, muy probable yo me hubiera wuacareado en su Durango, ya que me sentí muy mareada todo el camino...
Tapijulapa es un hermoso poblado que pertenece al estado de Tabasco, realmente es muy pintoresco y lleno de bellezas naturales. Al llegar, nos aparcamos en su placita principal (y única), donde unos niños se nos acercaron para ofrecer sus servicios de guiarnos hasta las cascadas de Villa Luz. Aunque “la mana” ya me había dicho que existían dos opciones (caminado y por lancha), nos dejamos llevar por los comentarios de nuestro guía Mario y escogimos la opción de cruzar por lancha. En el poblado nos cobraban 25 pesos para llevarnos en lancha, pero Mario (nuestro guía), nos dijo que nos llevaría a otro embarcadero donde nos cobrarían 10 pesos y como buenos norteños, no pudimos rechazar tal ganga!!.
Tardamos más tiempo en el “cuantos somos?”, multiplicar 11 por 10 para pagar, bajar los 45 escalones que conducían hasta la orilla del rió, tomarnos la foto del recuerdo y subirnos a la lancha, que lo que el lanchero tardo en cruzarnos el rió…
La emoción que llevábamos, se fue convirtiendo en preocupación porque aunque para la mayoría del grupo el recorrido no fue tan extremo y solo resultamos con el trasero adolorido y lleno de lodo… para Marbella (mama de Armando), una señora de 60 y pico de años y enfermita de la columna o de algo que no recuerdo… el recorrido, fue una soberana pesadilla, la pobre sufrio la gota obesa, aunque no se rajo y llego hasta arriba… Me recordó a mi Mitiu Carmela, quien a pesar de ser esclava de la silla de ruedas por culpa de su artritis, le gustaba andar en el arguende y cuando mis primas le preguntaban -quieres ir mama?, ella serenamente respondía... -pos si me llevan con toy y mi ferrari (silla de ruedas)!... ajuuuuaaaa, ella tampoco se rajaba nunca!!!
La preocupación se dejo sentir cuando ya estando en las dichosas cascadas, Bolívar (Simón) se puso a pensar en como bajar a su Tía Bella (Marbella), porque si para subirla fue todo un circo, maroma y teatro, la tuvieron que arrear entre varios y lo mas seguro es que acabaron "herniaos"… bajarla sería, sería, sería… no pos, definitivamente iba a estar bien "cañon" bajarla por donde subió sin que alguien saliera lastimado (porque "herniaos" ya habian quedado)!!.
La única opción era regresarla por el camino del puente colgante, el cual tampoco conocíamos pero a decir de unos lugareños, estaba menos peligroso. Si bien resulto mas largo y algo accidentado por el lodazal y las pendientes dignas de un tobogán… y aunque tambien tuvieron que arrear a la Tía Bella... no hubo nada grave que lamentar.
Realmente el sitio es hermoso, las fotos lo dicen por si solas (http://pg.photos.yahoo.com/ph/kelonya/album?.dir=/9f98re2; http://www.flickr.com/photos/kelonya/), pero llegar a ellas es toda una penitencia y como amante de la naturaleza me alegró mucho que llegar a ellas sea algo difícil, porque las pocas personas que habían cuando llegamos, ya tenían el sitio convertido en un chiquero… es una lastima ver como la gente abusa de la naturaleza, es indignante ver como algunos idiotas arremeten contra ella sin misericordia y la destruyen sin compasión… pero que chingaos somos los seres humanos?, quien es el hijoeputa que nos ha dado el derecho de destruir lo que tantos años de evolución tardó en formarse?, porque jodidos no podemos disfrutar de las maravillas que Dios ha creado sin agredirlas?.. ggggrrrrrr, oops!, perdón, pero me deje llevar por mi naturaleza activista, yo ya se que este no es un post ecooologistaaaa…
Les decía que el sitio es hermoso y como bien dice la canción… ven, ven, ven… ven, ven, ven… vamos a Tabasco, que Tabasco es un edén… pero no existe un sendero seguro para caminar y poder llegar a las cascadas, si vas por el río, tienes que subir unas “escaleras” fangosas y llenas de agua y la pendiente es prácticamente de 90º, así que a menos de que te dejes crecer las uñas de los pies a manera de usarlas como las pezuñas de un burro.. lo más seguro es que te caigas si no caminas con extremo cuidado… y si decides llegar por el camino del puente colgante… aunque es mas relajado, tienes que llevar forzosamente un guía porque no hay señales claras para seguirlas y te podrías perder (nuestro guía nos contó que el una vez perdio a uno), y tiene dos pendientes que parecen tobogán de alberca (por lo fangosa y resbalosa), así que lo ideal es bajarla mordiendo el suelo con el trasero o con mucho cuidado para no romperte un hueso.
Definitivamente no recomiendo llevar niños pequeños, aunque pude darme cuenta que algunas madres chocas, les salio lo “Tom Rider” y llevaban a niños de menos de un añito de edad… y mucho menos recomiendo llevar madres, tías, abuelas con problemas respiratorios, para caminar o con muy poca condición física.
En las cascadas no hay restaurantes o baños, así que te tienes que conformar con lo que las Tapijuleñas hacen para vender o de plano aguantarte el hambre si no quieres arriesgarte a que te de un correlequetecagas, porque las condiciones de higiene no son las optimas, aunque para hacer la pis y del 2, hay muuuchoooo terreno, solo te tienes que cuidar las nalgas porque los mosquitos estan bien filudooosss y hambirentooosss.
Por su hermosura, me atrevo a recomendar las Cascadas de Villa Luz (aunque no con la misma enjundia con la que “la mana” me las recomendó a mi), para aquellas personas que realmente aman el ecoturismo, sin que ello signifique hospedarte en una cabañita rustica con jacuzzi, con protecciones contra mosquitos y un frigobar repleto de chelas y botellas de vino ‘pal calor… El slogan de este lugar paradisíaco sería “Cascadas de Villa Luz, un lugar donde tu vista terminará muy agradecida y tu trasero muuuy adolorido”… y si tienen dudas de ello… pregúntenle a la mami Martha.
La única opción era regresarla por el camino del puente colgante, el cual tampoco conocíamos pero a decir de unos lugareños, estaba menos peligroso. Si bien resulto mas largo y algo accidentado por el lodazal y las pendientes dignas de un tobogán… y aunque tambien tuvieron que arrear a la Tía Bella... no hubo nada grave que lamentar.
Realmente el sitio es hermoso, las fotos lo dicen por si solas (http://pg.photos.yahoo.com/ph/kelonya/album?.dir=/9f98re2; http://www.flickr.com/photos/kelonya/), pero llegar a ellas es toda una penitencia y como amante de la naturaleza me alegró mucho que llegar a ellas sea algo difícil, porque las pocas personas que habían cuando llegamos, ya tenían el sitio convertido en un chiquero… es una lastima ver como la gente abusa de la naturaleza, es indignante ver como algunos idiotas arremeten contra ella sin misericordia y la destruyen sin compasión… pero que chingaos somos los seres humanos?, quien es el hijoeputa que nos ha dado el derecho de destruir lo que tantos años de evolución tardó en formarse?, porque jodidos no podemos disfrutar de las maravillas que Dios ha creado sin agredirlas?.. ggggrrrrrr, oops!, perdón, pero me deje llevar por mi naturaleza activista, yo ya se que este no es un post ecooologistaaaa…
Les decía que el sitio es hermoso y como bien dice la canción… ven, ven, ven… ven, ven, ven… vamos a Tabasco, que Tabasco es un edén… pero no existe un sendero seguro para caminar y poder llegar a las cascadas, si vas por el río, tienes que subir unas “escaleras” fangosas y llenas de agua y la pendiente es prácticamente de 90º, así que a menos de que te dejes crecer las uñas de los pies a manera de usarlas como las pezuñas de un burro.. lo más seguro es que te caigas si no caminas con extremo cuidado… y si decides llegar por el camino del puente colgante… aunque es mas relajado, tienes que llevar forzosamente un guía porque no hay señales claras para seguirlas y te podrías perder (nuestro guía nos contó que el una vez perdio a uno), y tiene dos pendientes que parecen tobogán de alberca (por lo fangosa y resbalosa), así que lo ideal es bajarla mordiendo el suelo con el trasero o con mucho cuidado para no romperte un hueso.
Definitivamente no recomiendo llevar niños pequeños, aunque pude darme cuenta que algunas madres chocas, les salio lo “Tom Rider” y llevaban a niños de menos de un añito de edad… y mucho menos recomiendo llevar madres, tías, abuelas con problemas respiratorios, para caminar o con muy poca condición física.
En las cascadas no hay restaurantes o baños, así que te tienes que conformar con lo que las Tapijuleñas hacen para vender o de plano aguantarte el hambre si no quieres arriesgarte a que te de un correlequetecagas, porque las condiciones de higiene no son las optimas, aunque para hacer la pis y del 2, hay muuuchoooo terreno, solo te tienes que cuidar las nalgas porque los mosquitos estan bien filudooosss y hambirentooosss.
Por su hermosura, me atrevo a recomendar las Cascadas de Villa Luz (aunque no con la misma enjundia con la que “la mana” me las recomendó a mi), para aquellas personas que realmente aman el ecoturismo, sin que ello signifique hospedarte en una cabañita rustica con jacuzzi, con protecciones contra mosquitos y un frigobar repleto de chelas y botellas de vino ‘pal calor… El slogan de este lugar paradisíaco sería “Cascadas de Villa Luz, un lugar donde tu vista terminará muy agradecida y tu trasero muuuy adolorido”… y si tienen dudas de ello… pregúntenle a la mami Martha.
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